Surgió, de una necesidad interna,
ver como vivían mis seres queridos y yo.
Y, poco a poco, se fue transformando en una filosofía de vida.
No sabemos vivir con alegría,
buscamos afuera la riqueza que se encuentra dentro.
Y cuando somos conscientes que está dentro de nosotros,
descubrimos que no sabemos cómo abrir todos los candados,
que nos hemos colocado en la larga trayectoria de nuestra existencia.
Y si, cuando digo “larga trayectoria” hablo de la totalidad del Ser.
Antes, no se hablaba de vidas pasadas ni muchos menos paralelas,
ni hablar de la heredad o de los contratos que existen en nosotros.